Más Allá de la Tormenta: Niveles de riesgo durante la temporada de huracanes
La temporada de huracanes en el atlántico se extiende por 6 meses, pero no todas las zonas presentan el mismo nivel de riesgo al mismo tiempo. Analizamos cómo varían estas áreas de desarrollo de ciclones tropicales, mes a mes y qué regiones son más propensas a que se formen.
En el planeta tierra, los ciclones tropicales se desarrollan en varias zonas geográficas.
Reciben diferentes nombres según la región (tifones, tormentas ciclónicas o huracanes).
En Texas, la cuenca atlántica es la más importante en cuanto al desarrollo de ciclones que pueden afectar directamente al estado.
La temporada ciclónica en esta cuenca se extiende del 1 de junio al 30 de noviembre.
Durante este período, los ciclones pueden evolucionar desde perturbaciones iniciales, llamadas ondas tropicales, hasta huracanes, pasando por las etapas intermedias de depresión tropical y tormenta tropical.
Las condiciones favorables para la evolución de estos fenómenos no son uniformes en toda la cuenca durante la temporada.
Los datos históricos han permitido crear un mapa de áreas de desarrollo ciclónico.
En junio: la corriente del golfo y las características geográficas del golfo de México hacen que esta zona y la costa atlántica de los Estados Unidos sean propicias para el desarrollo de tormentas tropicales.
La mayor posibilidad de huracanes está hacia el este del golfo.
En julio: aumenta la probabilidad de formación de tormentas hacia la costa este estadounidense y el atlántico occidental, y también el área posible de formación de huracanes en el golfo de México, mar caribe occidental y la costa sureste.
En agosto: el inicio del trimestre más activo. La probabilidad de desarrollo de tormentas tropicales es alta en casi toda la cuenca, especialmente en la costa sureste y el atlántico central y occidental. También aumenta la probabilidad de huracanes.
En septiembre: es el pico de actividad. La probabilidad de desarrollo de tormentas tropicales y huracanes es muy alta desde el atlántico central hasta el occidental, incluyendo el golfo de México.
En octubre: la probabilidad comienza a disminuir, pero la mayor posibilidad de desarrollo de tormentas es por el noroeste del caribe y el atlántico occidental.
La probabilidad de que las tormentas alcancen la categoría de huracán es similar a la formación de tormentas.
En noviembre: la temporada se acerca a su final. Las condiciones atmosféricas son menos favorables, siendo más común la evolución de tormentas tropicales en el caribe y atlántico central, con una baja en la frecuencia y duración de los huracanes.
Históricamente, los huracanes de gran intensidad que han afectado a Texas desde 1950 hasta 2022 lo han hecho entre julio y septiembre, siendo este el período de mayor riesgo.
Sin embargo, se recomienda mantenerse vigilantes y atentos desde el 1 de junio al 30 de noviembre, ya que otros huracanes de menor intensidad o tormentas tropicales también pueden causar daños significativos.